Luto Capítulo 3: Etapas del Duelo

Sección I

Sección II

Etapas del duelo

En el video anterior dijimos que podemos identificar algunas etapas o también llamadas fases de un duelo saludable.

  1. Etapa de crisis o de shock
    Puede durar de 2 días a 2 semanas aproximadamente. En esta etapa el que sufre realiza sus actividades cotidianas en forma mecánica y puede llegar a sentir:
  • Ansiedad
  • Temor
  • Pérdida del apetito o del sueño
  • Falta de concentración
  • Llanto incontrolable
  • Negación
  • Sueños extraños
  • Cansancio
  • Atrapado o desorientado

Lamentaciones 3:49 (RVR 1960)
Mis lágrimas corren sin cesar; no pararán”.

¿Es esta la forma en que usted se siente? En el Señor Jesús hay esperanza.

  1. Etapa del crisol
    Puede llegar a durar uno, dos o más años, y aún hasta la muerte, si no se resuelve la tristeza adecuadamente. En esta etapa la persona siente:
  • Ira
  • Resentimiento
  • Angustia
  • Pérdida del apetito o del sueño
  • Intenta negociar con Dios
  • Depresión y tristeza
  • Culpa
  • Impotencia o aletargamiento
  • Soledad y aislamiento
  • Baja autoestima
  • Víctima
  • Gran ansiedad

 

El salmista lo describe de esta manera en
Salmo 6:3 (NTV)
Mi corazón está angustiado; ¿cuánto falta, oh Señor, para que me restaures?

  1. Etapa de aceptación
    Se reconoce la pérdida y ésta se deja atrás. Aquí se encuentra la estabilidad en el presente y se acepta que el futuro también ofrece esperanza renovada y prometedora.

Durante este tiempo, serán más evidentes las siguientes características:

  • Aumenta su humildad ante Dios y los demás
  • Muestra aceptación y aprecio por otros
  • Desarrolla una mayor dependencia en el Señor
  • Deja atrás la pérdida
  • Empieza nuevos patrones de vida
  • Su vida tiene un nuevo propósito, siente una esperanza renovada para el futuro y tiene un nuevo contentamiento ante las nuevas circunstancias.

El apóstol Pablo nos anima en Filipenses a olvidar el pasado, a fijar la mirada en lo que viene por delante y a estar contentos sin importar la situación porque “todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”. La presencia del Señor en nuestras vidas marca la diferencia.

Filipenses 4:13 (RVR 1960)
Todo lo puedo en Cristo que nos fortalece”.

 

Efectos secundarios del dolor profundo

Es necesario comprender que cuando su corazón se quebranta por causa de una pérdida mayor, el dolor intenso afectará todos los aspectos de su vida: espíritu, alma y cuerpo.

Los efectos de este dolor, llamados efectos secundarios, varían en grado, desde leve hasta grave, dependiendo en dónde se encuentra en el proceso. Quizá no sufra todos estos efectos, pero todos experimentan algunos de ellos.

Recuerde que son comunes a toda persona que sufre y que son temporales, siempre y cuando enfrente el dolor de su pérdida y elabore el duelo.

Efectos físicos

  • Cansancio
  • Dolores de cabeza
  • Insomnio
  • Indigestión
  • Pérdida de apetito
  • Enfermedades provocadas por el estrés, por ejemplo la hipertensión

Efectos mentales y emocionales

  • Depresión y ansiedad
  • Soñar con muertos
  • Olvidos y desorden
  • Culpa e ira
  • Soledad y retraimiento
  • Amenazas de autodestrucción o suicidio

Efectos sociales

  • Comportamiento antisocial
  • Incomodidad
  • Comportamiento de evasión (trabajo o bebida excesiva, drogas, viajes, apuestas, o sexo)
  • Tensión en sus relaciones interpersonales
  • Retraimiento

Efectos espirituales

  • Ira o temor contra Dios
  • Dudas en cuanto su amor, justicia y fidelidad
  • Temor o incertidumbre del futuro
  • No puede orar o leer la Biblia
  • Alejamiento de actividades espirituales
  • Dudas del propósito de Dios al permitir su pérdida

En la Biblia vemos como Job presenta su queja ante Dios,

Job 3:23-26 (RVR 1960)
¿Por qué dar vida a los que no tienen futuro, a quienes Dios ha rodeado de dificultades? No puedo comer a causa de mis suspiros; mis gemidos se derraman como el agua. Lo que yo siempre había temido me ocurrió; se hizo realidad lo que me horrorizaba. No tengo paz ni tranquilidad; no tengo descanso; sólo me vienen dificultades”.

Qué bendición conocer ejemplos bíblicos como el de Job que sufrió tanto y que pudo salir adelante porque Dios es quien dice que es: bueno y fiel.

Enfrentar un tiempo difícil

“Hace casi seis meses murió un ser amado y en vez de mejorar, cada día sigo empeorando. ¿Qué me pasa?”

La verdad es que no hay nada de malo con usted. Su sufrimiento es muy normal. Aunque mucha gente no está consciente de ello, por lo regular el peor es el sexto mes después de una pérdida. Es como una segunda marejada inesperada que nos azota y zarandea justo cuando pensábamos que ya habíamos controlado el dolor. Cuando pase por la segunda oleada de tristeza, recuerde que:

  • Lo que sucede a los seis meses es que la realidad de la pérdida se hace patente a un nivel mucho más profundo y abre más su alma a reconocer y aceptar su pérdida y lo que significa.
  • Dios hace gran parte de su obra a través de un período de tiempo y no instantáneamente.

Usted se encuentra en un proceso de sufrimiento. Mientras experimente dolor en el presente, ese dolor completará la obra divina en usted y entenderá que muy dentro de su ser Dios lo llenará de gozo, paz y contentamiento cuando sea el tiempo de Él.

Romanos 15:13 (NTV)
Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.”.

Sección III

Etapas del Duelo

  1. Describa que cosas ha hecho usted como formas para aliviar el dolor y que efectos han tenido en su vida.
  2. ¿Qué problemas físicos y emocionales ha tenido al experimentar luto en su vida?

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