¿Cuál es la mejor reacción ante una confrontación?

Cómo veíamos anteriormente en el blog “Confrontar para restaurar” Adán y Eva sabían que habían desobedecido a Dios al desafiar Su autoridad. Ahora se escondían temerosos a medida que la voz se acercaba. Después de esto Dios confrontó a esta pareja con varias preguntas, puesto que ellos estaban atemorizados por lo que iba a pasar después de haber desobedecido.

Al igual que Adán y Eva, cuando alguien se ve confrontado con sus errores, pasivamente se esconde del conflicto. Pero cuando no puede seguir haciéndolo, reacciona en forma “pasivo-agresiva” y culpa a los demás. Otros como Caín el hijo de aquella pareja, después que asesinó a su hermano Abel, respondió agresivamente. Los términos pasivo, agresivo y pasivo-agresivo son tres formas negativas de confrontar a otros, mientras que el estilo asertivo es el único positivo. ¡Qué bueno sería que tuviéramos el discernimiento necesario para actuar y reaccionar asertivamente cuando confrontamos o somos confrontados!

“Las palabras sabias provienen de los labios de la gente con entendimiento, pero a los que les falta sentido común, serán castigados con vara”. Proverbios 10:13

Es evidente que Dios utilizó muchos métodos creativos y amorosos de confrontación, no solo con Adán y Eva, sino a través de la Biblia podemos observar como el ser humano puede cometer errores fácilmente por no obedecer la voz de Dios y Él en amor exhorta, confronta y corrige, así mismo esta confrontación demanda una respuesta de nosotros.

¿Entonces cuál es la mejor reacción ante una confrontación?

– Ponga primero su relación que sus derechos personales.
– Tenga un corazón dispuesto a entender la perspectiva de la otra persona.
– Escuche con cuidado, aunque no esté de acuerdo con la perspectiva de la otra persona. Antes de responder tome un tiempo para analizar lo que la otra persona le ha dicho.
– Responda con humildad. Entregue su reputación a Dios y pídale que le ayude en sus relaciones.
– Considere a los que le confrontan como un regalo de Dios. Los elogios inflan su orgullo, pero la confrontación le hace crecer en el Señor.
– Conserve la dignidad y el discernimiento. Permita que Dios le hable a través de la persona que lo confronta, lo cual puede ayudarle a superar ese obstáculo en su vida.
– No se ponga a la defensiva ni sea agresivo, sino considere lo que dice la persona que lo está confrontando. Dios puede estar usándola para hacer que usted se acerque más a él.

Si desea conocer más sobre los estilos y componentes esenciales de la confrontación, cuándo si y cuándo no confrontar, lo invitamos a visitar www.suconsejo.com/claves-biblicas-para-consejeria/ y dar clic en “Baje las Referencias Rápidas gratuitamente”.