Decida vivir en paz con todos desde esta navidad

¡Llego diciembre! Un mes de esperanza, de reconciliación, de nostalgia, de alegría, en fin, un mes lleno de muchos sentimientos encontrados y de nuevas metas por trazar. Pero, ¿se ha dado cuenta que siempre dejamos pasar mucho tiempo para resolver nuestros conflictos con los demás y que esperamos este tipo de épocas para perdonar o pedir perdón?

Es cierto que los conflictos abundan, y lo podemos observar en el libro de Ester y en nuestras vidas. Los conflictos entre lo que “deberíamos” o “no deberíamos” hacer provocan desacuerdos internos y con los demás. Son pruebas por las que tenemos que atravesar y que deberían estimularnos a buscar a aquel a quien Ester buscó para obtener fortaleza, valor y la firmeza que necesitaba. El nombre de Dios ni siquiera se menciona en todo el libro de Ester, pero se ve su soberanía en todos los capítulos de su historia.

Para resolver conflictos y encontrar la paz con los demás es importante entender que resolver y reconciliar son conceptos diferentes.

La resolución significa “buscar la respuesta”. El vocablo que se deriva del latín resolutionem, es “el proceso de reducir las cosas a su forma más simple o mermar”.

La reconciliación significa “restaurar la armonía al cien por ciento, volver a juntar”.

Quizás existen algunas diferencias que nunca podrán resolverse, pero podemos reconciliarnos con las personas con las que diferimos. En ocasiones es posible resolver el problema, pero no es apropiado buscar una reconciliación. Lo que Dios requiere es que en cuanto dependa de nosotros, busquemos la paz con todos.

“Estén alegres. Crezcan hasta alcanzar la madurez. Anímense unos a otros. Vivan en paz y armonía. Entonces el Dios de amor y paz estará con ustedes”. 2 Corintios 13:11 (NTV)

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