Cuando parece que no hay esperanza

¿Le parece imposible la vida? ¿Ha estado batallando con la idea de suicidarse? ¿Ha comenzado a creer una mentira? Esa mentira es que “quitarse la vida es mejor que vivir la vida que Dios le ha dado”. Pero el Señor tiene compasión de usted en cada preocupación y quiere trabajar en su vida sólo con la verdad.

“Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. Juan 8:32 (NTV)

La palabra suicidio acarrea una mi mirada de sentimientos que van desde el asombro y tristeza hasta la confusión y dolor. A menudo, la respuesta inicial al suicidio es: “¡Oh, no! ¿Por qué alguien querría cometer un acto tan impulsivo e irreversible? ¡El suicidio ha terminado con una vida preciosa para siempre!” En realidad, el suicidio tiene muchas caras, no siempre es instantáneo, intencional o auto provocado. Sin embargo, es importante entender lo que Dios piensa en cuanto a la vida y la muerte; es decir, en cuanto su vida y su muerte.

El suicidio es un acto deliberado de quitarse la vida cuando el individuo se encuentra en un estado de desesperación extrema.

Judas se ahorcó por el remordimiento que sintió después de traicionar a Jesús.

Lo que usted crea en cuanto el suicidio es de vital importancia. Su manera de pensar en cuanto este tema determinará sus acciones en el momento en el que batalle con las emociones que conducen a él. Necesita sabiduría para discernir lo que es falso. La sabiduría le ayudará a entender y aplicar la verdad de Dios.

“La instrucción de los sabios es como una fuente que da vida; los que la aceptan evitan las trampas de la muerte”. Proverbios 13:14 (NTV)

Las personas que han perdido toda esperanza finalmente llegan a la conclusión de que la muerte es la única solución lógica a sus problemas. Esta es una mentira. Satanás es el padre de la mentira y autor de estos pensamientos negativos. De hecho, el suicidio es producto de una decisión de creer en los maquiavélicos razonamientos de Satanás que dice que quitándose la vida acabará con sus problemas.

Cuando sienta que se ahoga en el mar de la angustia, recuerde que otras personas que conocían a Dios han pasado por esas mismas experiencias de desesperación. Por ejemplo, el profeta Jeremías, “toco fondo” en su vida espiritual y halló sabiduría para levantar su mirada al Señor en busca de esperanza. (Ver Lamentaciones 3:19-24).

¿Ha llegado a la conclusión que no vale la pena vivir? ¿Se subió al “carrusel” en busca de respuestas, para encontrar que siente un gran vacío? Quizá ha perdido por completo el deseo de esperar algo mejor. Su Padre celestial sabe exactamente lo que está sintiendo. Él quiere escuchar su clamor. Dios está listo para dar una respuesta al corazón sincero que no tiene nada que ofrecer, pero que todavía mantiene una pequeña chispa de disposición.

“…Dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso…»”.  Mateo 11:28 (NTV)

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