Abuso Espiritual Capítulo 6: Raíz del Problema del Abuso Espiritual

Sección I

Sección II

Referencias bíblicas: El texto bíblico sin otra indicación ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente NTV.

Raíz del problema del abuso espiritual

¿Cómo puede un Dios de amor permitir el abuso?

La pregunta es lógica y también lo es la respuesta.

Debemos entender que cuando Dios creó a Adán y Eva los hizo con libre albedrio, esto quiere decir la posibilidad de actuar a favor o en contra de la voluntad de Dios.

El ser libres implicaba la capacidad de decidir entre diversas opciones sin presión externa. Ellos lo hicieron decidiendo pecar contra Dios haciendo que su pecado pasase a toda la raza humana.

Dios permite que sea posible el abuso espiritual porque le dio al ser humano libertad de elección, pero el ser humano lo hace realidad cuando decide pecar.

Sí, Dios permite el pecado, pero somos nosotros los que lo provocamos como resultado de nuestras decisiones.

Aunque es cierto que Dios permite el abuso espiritual, ¡él lo aborrece!
Los piadosos también lo rechazan.

Proverbios 8:13
Todos los que temen al Señor odiarán la maldad. Por eso odio el orgullo y la arrogancia, la corrupción y el lenguaje perverso”.

Recuerde que él juzgará a los que pecan y a los que lastiman a sus seguidores. La Biblia declara con claridad:

Romanos 12:19
Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. Pues dicen las Escrituras: «Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen» dice el Señor”.

El abuso espiritual es el mal uso y abuso de una posición de poder, liderazgo o influencia para sacar beneficio personal de alguien que necesita ayuda.

La gente que comete abuso espiritual frecuentemente busca el poder a través del legalismo y la autoridad.

La raíz del problema

En relación con el legalismo, si pensamos en la victima, tiene una manera errónea de pensar. La persona dice:

“La aceptación divina depende de mi cumplimiento de sus mandatos. Esa es la única forma en que puedo recibir su aprobación”.

Pero la creencia correcta debe ser:

“La ley de Dios me muestra mi pecado y me lleva a Cristo, quien es el único que puede salvarme de mis pecados. Cuando deposito mi fe en Cristo y no en la ley, experimento libertad en él. El Espíritu de Cristo que vive en mí me da tanto el deseo como el poder para vencer el pecado en mi vida y conducirme de manera que lo agrade a él”.

En relación con el abuso espiritual enfocado en el abusador, éste también tiene una manera errónea de pensar:

El cree y dice lo siguiente:

“Dios me ha dado la autoridad especial que me coloca sobre los demás y me da el derecho de recibir un trato especial. Tengo más autoridad y conozco mejor a Dios que todos los demás. Por lo tanto, merezco que me obedezcan. Lo que hago es lo que Dios quiere y nadie me debería cuestionar por ello. Mi voluntad es la de él, así que nada se me debe negar”.

Pero la Creencia correcta para una persona que abusa debe ser:

“Soy el “siervo” elegido de Dios y por tanto tengo que proteger y proveer para el rebaño de Dios con un corazón totalmente comprometido con él y su Santa Palabra. Debo amar a Dios y servir a su pueblo con corazón íntegro y debo vivir una vida digna de su llamamiento. Soy pastor de Dios y debo entregar mi vida por sus ovejas así como él también lo hizo por mí y por ellos”.

 

Una vida transformada

No sé si usted es una víctima o un abusador… quiero decirle que su vida puede ser transformada para tener una manera correcta de pensar.

Me gustaría que estos minutos finales podamos pensar en un ejemplo bíblico de una persona que fue víctima del sistema, pero también formado para ser un abusador dentro del sistema, me estoy refiriendo a Nicodemo (Juan 3).

Allí encontramos a un hombre que necesitaba cambiar su creencia errónea por una correcta pero para poder llegar a ello necesitaba primero cambiar su corazón.

Juan 3:3 (RVR 1960) Jesús le dice
De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.

El mensaje de Jesús era muy profundo, no sirve querer cambiar conductas externas para estar bien con Dios, necesita nacer de nuevo. Y esto tiene que ver con la realidad de todo ser humano que está muerto espiritualmente.

 

Cuatro verdades fundamentales

Yo no sé si usted es una víctima de abuso o un abusador, o simplemente como Nicodemo “una buena persona”, necesita entender por lo menos cuatro verdades fundamentales:

  1. Que hay un problema: Dios lo dice de manera contundente que todos hemos pecado, hemos seguido nuestra voluntad y estamos lejos de Él.

Isaías 53:6
Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos del Señor para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros”.

  1. Nuestra posición ante Dios sea de condenados o muertos espirituales e imposibilitados de llegar a Dios, porque Él es Santo y no admite nada ni nadie que tenga pecado en su presencia.

Romanos 6:23 (RVR 1960)
Porque la paga del pecado es muerte”.

  1. La provisión para sacarnos de esa condición: el Salvador

El Padre celestial envió a su propio Hijo Jesús para que al venir a la tierra muriera en la cruz para pagar por nuestros pecados. Nosotros merecíamos la muerte, pero Cristo murió en nuestro lugar.

Romanos 5:8
Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores”.

  1. Usted debe hacer su Parte: Su decisión

Necesita confiar en que Jesucristo murió en su lugar. Pídale que entre en su corazón y que tome el control de su vida. Ese es el único plan aceptable delante de Dios.

Jesús dijo:
Juan 14:6
Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie puede ir al Padre si no es por medio de mi

Cuando confía en Jesús recibe el perdón de sus pecados, es salvo de la separación eterna de Dios o muerte espiritual, recibe un nuevo corazón y el poder del Espíritu Santo que le capacita para pensar diferente y actuar diferente.

La Biblia dice:

2 Corintios 5:17
Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado ¡una nueva vida ha comenzado!”

Sea una víctima, un abusador o una buena persona, la Biblia dice que necesitamos limpiar nuestros pecados para nacer de nuevo.

¿Le gustaría hacer esta oración de salvación?

“Señor Jesús, te necesito.
Reconozco que he pecado.
Entiendo que el castigo por mi pecado es la muerte,
es decir, estar separado espiritualmente de ti.
Pero por tu gran amor creaste un plan para salvarme.
Creo que tu palabra es verdad y que enviaste a Jesucristo
a pagar por la pena que yo debía haber pagado.
Jesús, gracias por morir en la cruz por mis pecados
y por haber sufrido en mi lugar.

En este momento te pido que entres a mi vida
para ser mi Señor, mi Dios y mi Salvador.
Toma el control de mi vida y haz de mí la persona que tú quieres que yo sea.

Gracias por tu amor incondicional.
Y gracias por tu misericordia.
En tu santo nombre. Amén”.

Si usted oró así con toda sinceridad, ¡escuche lo que Dios tiene que decirle!

Jeremías 31:34
Dice el Señor—. Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados”.

¡Bienvenido a la familia de Dios!
Ahora sí podemos modificar y sanar cualquier herida de abuso espiritual.

¿Cómo puede el abuso ser obstáculo para la salvación?

Cuando los niños escuchan la palabra “Dios Padre”, inconscientemente piensan en sus propios padres, o en la persona más significativa en autoridad sobre sus vidas y luego sobreponen las características de ese adulto en Dios.

  • Si esa persona en autoridad es confiable, el niño considerará a Dios como alguien digno de su confianza.
  • Si el adulto es todo lo contrario, entonces el niño no podrá confiar en Dios.

El resultado de todo ello es que se dificulta la capacidad de confiar en un Dios de amor. Por lo tanto, cuando los “pastores espirituales” abusan de su posición, muchos del rebaño pierden la fe, porque sienten que no pueden confiar sus vidas al Señor de la salvación. Esa es la razón por la que aquellos que han sido víctimas del abuso necesitan creer con todo su corazón estas palabras de aliento. . .

Proverbios 3:5-6 (RVR 1960)
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.

Sección III

Raíz del Problema del Abuso Espiritual

  1. Dios le dio al ser humano la “libertad de elección”, ¿Cómo define usted esa libertad?
  2. Las personas pueden tener pensamientos o creencias equivocadas y también creencias correctas. ¿Cómo puede saber alguien que tiene una creencia equivocada y que necesita cambiarla?

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