Sección I
Sección II
Definiciones de codependencia
Vamos a tratar de entender este tema desde la perspectiva bíblica, pero a la vez, nutriéndonos de todos los recursos que, a través de la comprobación de la conducta humana se pudo aprender en el tiempo.
¿Sabía usted que la codependencia ha traído serios inconvenientes a nivel personal y familiar y que no escapa a ningún estrato social, cultural ni religioso?
Hay abundantes ejemplos en la Biblia sobre esta relación enfermiza y esclavizante que despersonaliza al individuo y muchas veces le lleva a frustrar los hermosos planes que tiene para la vida.
Una de esas personas fue Sansón, quien tenía una relación enfermiza con Dalila, la cual le manipuló abiertamente sin que él se diese cuenta. Él pensó que era libre, sin embargo, quedó anulado para siempre.
Su error más grave no fue lo que dijo, sino lo que hizo al permitir que Dalila se convirtiera en “su dios”, en lugar de que Dios ocupara el primer lugar. (Libro de los Jueces capítulos 13 a 16)
¿Qué es la Codependencia?
Esta palabra comenzó a usarse en la década del 70 y especialmente para referirse a la relación que existía entre una persona alcohólica y su núcleo familiar más cercano.
La codependencia es una adicción a las relaciones. Así como el alcohólico depende del alcohol, el codependiente depende de que el alcohólico lo necesite o de que alguien dependiente dependa de él.
Desde el punto de vista etimológico, esta palabra se refiere a alguien que se asocia con la acción de otro, pero de una manera enfermiza, ya que depende del otro al grado de estar controlado y manipulado por éste.
Conducta disfuncional
En una conducta disfuncional, la persona pierde su identidad y se fusiona en o con otro. Es decir, depende y confía en otra persona o cosa para la subsistencia personal.
La persona pasa a depender de otra en el ámbito emocional y espera que el otro llene sus necesidades básicas dadas por Dios para el ser humano como es el amor, el valor y la seguridad. Espera que su identidad sea hallada y provista a través de ese otro.
Pero puede ser que no sea una persona la que genere la codependencia sino las cosas, y por esta palabra nos referimos a algún elemento que nos haga esclavos y adictos como puede ser la pornografía, el sexo, las drogas, el cigarrillo, el alcohol, etc.
También encontramos personas que son “moralmente correctas” y que no entrarían en este tipo de adicción, pero si tienen codependencia en cosas como el materialismo o las posesiones.
La codependencia es tan sutil que se introduce y convive en medio de ámbitos como son los eclesiásticos, las iglesias y los ministerios donde encontramos personas cuyas vidas están ligadas profundamente a personas, cosas o comportamientos para encontrar su valor (póngale aquí el nombre que quiera como perfeccionismo, adicción al trabajo, adicción sexual o estallidos profundos de ira que destruye todo lo que toca).
Pero usted preguntará ¿acaso la Biblia se refiere a este tema o simplemente estoy salpicando pensamientos humanos para tratar de hacer el mensaje bíblico actual?
Quiero decirle que aunque usted no encontrará la palabra “codependencia” en la Biblia, sí encontrará el concepto o principio bíblico referido a este tema.
Por ejemplo ¿dónde encuentra usted en la Biblia la palabra “trinidad”? Sin embargo, si usted recorre la Biblia va a encontrar la doctrina de la trinidad ampliamente.
Si hablamos que la codependencia en definitiva es la adicción a las relaciones, sea con personas, cosas o comportamientos. La Biblia es muy clara cuando dice en,
Éxodo 20:3 (NTV)
“No tendrás dioses ajenos delante de mí”.
Este principio usted lo verá en toda la Palabra de Dios. Por ejemplo,
Deuteronomio 5:7 (NTV)
“Yo soy tu Dios…No tendrás dioses ajenos delante de mí”.
Deuteronomio 6:5 (NTV)
“Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas”.
Ésta era la premisa de Dios a su pueblo y cada vez que el pueblo de Dios ponía cualquier cosa entre el y Dios, la ira del Altísimo se manifestaba.
El principal problema de la codependencia es justamente poner a otro antes o por encima de Dios.
La demanda de Dios en la antigüedad es la misma que al presente: necesitamos depender de Él en todo, y cuando dejamos de hacerlo entramos en corto circuito con su plan y buscamos que otros satisfagan nuestras necesidades generando la codependencia.
Para poder entender mejor el concepto de Codependencia mire lo que dice la Palabra de Dios en cuanto a la dependencia:
Salmo 62:7-8 (NTV)
“Mi victoria y mi honor provienen solamente de Dios; él es mi refugio, una roca donde ningún enemigo puede alcanzarme. Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento; dile lo que hay en tu corazón, porque él es nuestro refugio”.
En 1 Pedro 5:7 (RVR 1960)
“Echando toda vuestra ansiedad sobre Él porque Él tiene cuidado de vosotros”.
Cuando Moisés transitaba por el desierto, dependía de Dios cada día.
Números 9:22 y 23 (RVR 1960)
“O si dos días o un mes o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados y no se movían, más cuando ella se alzaba, ellos partían. Al mandato de Jehová acampaban y al mandato de Jehová partían guardando la ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de Moisés”.
Esto es dependencia en Dios, esto es colocarle en el primer lugar, esto es tener en claro quién soy y hacia dónde voy según la buena mano de Dios.
Reafirmemos el concepto de codependencia
La codependencia implica ser demasiado dependiente de una persona o cosa que en la realidad no puede satisfacer sus necesidades.
Se puede comparar la codependencia con el pecado de confiar en dioses falsos que no pueden ayudarnos.
Relaciones comunes de codependencia
En una relación codependiente siempre hay una persona débil y otra fuerte. El débil es totalmente dependiente del fuerte. Pero en realidad el fuerte también es débil, por la necesidad excesiva que tiene de sentirse necesitado por el débil.
De hecho, el fuerte necesita que el débil siga siendo débil, para seguir sintiéndose fuerte. ¿Entiende la idea?
La solución divina es que estas dos personas débiles no traten de hacerse fuertes la una por medio de la otra, sino que obtengan su fuerza del Señor.
Isaías 40:29 (RVR 1960)
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”.
Ejemplo de codependencia
Pensemos en un esposo que no hace nada por sí mismo. Su esposa, lo despierta a la mañana, le coloca los calcetines, le prepara el desayuno, se fija si tiene los papeles del auto en su billetera.
En definitiva depende demasiado de su esposa. Pero por otro lado, la realización de la esposa es estar pendiente de cada uno de esos detalles porque en el fondo ella necesita que él la siga necesitando, ya que su valor como persona se encuentra apoyado en esa relación enfermiza.
Cuando depositamos nuestra dependencia en el lugar equivocado, nuestra confianza está fuera de lugar.
Los Salmos describen la confianza mal orientada, veamos,
Salmos 20:7 (NTV)
“Algunas naciones se jactan de sus caballos y sus carros de guerra, pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios”.
Recuerde Dios quiere:
- Que dependamos de él, que confiemos totalmente en él, no en la gente o su esfuerzo personal.
- Que creamos porque él satisfará todas nuestras necesidades.
- Que confiemos en que él cuidará de nuestros seres queridos.
Cristo en nosotros nos ayuda a vencer cualquier dependencia destructiva
Isaías 58:11 (NTV)
“El Señor los guiará continuamente, les dará agua cuando tengan sed y restaurará sus fuerzas. Serán como un huerto bien regado, como un manantial que nunca se seca”.
“¿Por qué es malo depender de otros?”
Porque lo deseable es que tengamos una relación de “interdependencia” con los demás, en el sentido de que valoramos y disfrutamos de la relación mutua, los amamos y aprendemos de ellos, pero no debemos depender totalmente de los demás.
Una relación sana involucra dar y recibir mutuamente, en ella, ninguno de los involucrados pretende que la otra persona satisfaga todas sus necesidades. Sin embargo, mucha gente ha transferido su dependencia a cosas y personas equivocadas.
Ese tipo de relación no es saludable, porque Dios nos diseñó para depender totalmente de él.
Una y otra vez la Biblia habla de cómo la gente piadosa aprende a desarrollar una fuerte dependencia del Señor en lugar de una dependencia débil de los demás.
El apóstol Pablo dijo:
2 Corintios 1:9 (RVR 1960)
“. . . para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios”.
Sección III
Definiciones
- En sus propias palabras describa lo que es la codependencia y el peligro de caer en ella.
- Escriba las diferentes maneras, si las hay, en las cuales se ha olvidado de sus propias necesidades para enfocarse en las de los demás.