Sección I
Sección II
Referencias bíblicas: Todas las citas del proyecto sin otra referencia son tomadas de la versión Reina-Valera RVR 1960
Ayudando a otros a vencer la depresión
Reconozca que hay poder en lo que dice. Si expresa bondad, puede ser un instrumento de esperanza para ayudar a cambiar el ánimo de aquel que está deprimido.
Proverbios 12:25
“La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra”.
Qué decir, Qué no decir
Cuando esté cerca de un familiar o amigo que está pasando por depresión:
No diga: “No deberías sentirte así”.
Sí diga: “Estoy interesado en lo que estás atravesando”.
—Pregunte si quiere compartir sus sentimientos: “Si quieres hablar, aquí estoy”.
Proverbios 20:5
“Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido lo alcanzará”.
No diga: “¡Deberías comer! Piensa en todos los niños de África que se mueren de hambre”.
Sí Diga: “Aunque no tengas hambre, necesitamos comer. Así como un carro necesita gasolina para estar en movimiento, ambos necesitamos de comida para tener energía”.
—Llévele comida nutritiva.
—Invítelo a comer o quizás a hacer un día de campo.
—Anímele a tener hábitos saludables de alimentación.
1 Corintios 6:13
“Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas…”.
No diga: “Debes dejar de tomar esa medicina”.
Sí diga: “No todas las medicinas tienen el mismo efecto en todas las personas. Te voy a acompañar a una consulta con el doctor para que él confirme que esta medicina te está haciendo bien”.
—Si es posible hable con un buen doctor que se especialice en la depresión.
—No tenga temor de pedir una segunda opinión.
Proverbios 15:22
“Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman”.
No diga: “Necesitas orar más”.
Sí diga: “Estoy orando por ti, y lo seguiré haciendo”.
—Ore con él y déjele saber que está orando por él.
—Pregunte: “¿Cómo puedo orar por ti hoy?”
1 Samuel 12:23
“Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros”.
No diga: “¡Necesitas leer más la Biblia!”
Sí diga: “Hay muchos pasajes en la Biblia que me han ayudado a tener esperanza y los escribí para compartírtelos. ¿Te los puedo leer ahora?”
—Compártale pasajes bíblicos llenos de esperanza para que lea, si es posible, tres veces al día. Ejemplos: Jeremías 29:11; Salmos 130:5.
—Ayúdele a memorizar textos bíblicos como Filipenses 4:6-8; 4:13, 19.
Salmos 107:19-20
“Pero clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”.
No diga: “Deberías involucrarte en una iglesia”.
Sí diga: “He estado asistiendo a una iglesia donde he aprendido cuán significativa puede ser la vida. Me gustaría que me acompañaras el próximo domingo y después podríamos ir a comer juntos”.
—Involúcrelo en un estudio bíblico pequeño.
Hebreos 10:25
“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos”.
No diga: “¡Sal de esto! ¡Ya recupérate!”
Sí diga: “Voy a estar a tu lado y vamos a atravesar juntos este valle”.
—Admita que no sabe todo lo que quisiera, pero que quiere ser de ayuda para esa persona.
—Diga: “Si no puedes aferrarte a Dios, aférrate a mí porque yo estoy aferrado a él”.
Proverbios 18:24
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano”.
Qué hacer y qué no hacer
Si tiene seres queridos que están deprimidos usted querrá hacer algo a su favor que haga la diferencia, pero la pregunta es ¿qué puede hacer? Lo más importante es no los evite. Halle maneras de mostrar su interés, algo como planificar una actividad divertida con ellos, leerles, ejercitar con ellos (caminar, trotar, nadar). La tendencia es a retraerse y aislarse, así que ayúdeles a involucrarse en diversas actividades, que no sea tan sólo un espectador…
Quizás le pueda ayudar a encontrar un pasatiempo.
Reconozca que quizá usted sea su única esperanza—y necesitan seguir “conectados” con alguien. Haga con los demás lo que a usted le gustaría que hicieran con usted si estuviera luchando con la depresión.
Lucas 6:31
“Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.
- Aprenda todo lo que pueda acerca de la depresión—lea libros, vea videos, asista a seminarios.
Proverbios 23:12
“Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría”.
- Si le preocupa que alguien tenga pensamientos suicidas, pregúntele: “¿Has pensado hacerte daño o quitarte la vida?” Quizá se enoje, pero es mejor tener un amigo enojado que uno muerto. ¿Verdad?
Proverbios 18:21
“La muerte y la vida están en poder de la lengua”.
- Tome con seriedad toda amenaza de suicidio o de lastimarse a sí mismo—el 15 por ciento de los que padecen depresión se suicidarán.
Proverbios 18:4
“Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre”.
- Sea un compañero responsable: Te acompaño en esta situación, no te abandonaré”.
Eclesiastés 4:9
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”.
- Busque el diálogo periódicamente, haga llamadas telefónicas frecuentes y tenga contacto deliberado en ellos.
Proverbios 16:21
“El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber”.
- Escúchelo cuando habla de su dolor, escucharlo le afirma que es importante.
Santiago 1:19
“Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”.
- Hable acerca de la depresión, hablar de ella puede ayudar a quitar el estigma de la depresión.
Proverbios 25:11
“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene”.
- Anímelo con palabras sinceras y de manera frecuente.
1 Tesalonicenses 5:11
“Animaos unos a otros, y edificaos unos a otros”.
- Reconozca el poder del contacto físico, una mano en el hombro y un abrazo o beso oportuno.
1 Pedro 5:14
“Saludaos unos a otros con ósculo de amor”.
- Escuche música de alabanza que inspire y eleve su espíritu, la música es terapéutica.
Efesios 5:19
“Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales”.
- Contagie una sonrisa, envíe tarjetas divertidas, videos, películas y comparta con otras personas.
Proverbios 17:22
“El corazón alegre constituye buen remedio”.
- Provea, si es posible, una “terapia nutricional”. Por ejemplo, las vitaminas B-6 y E, el calcio, magnesio, y ácido fólico ayudan a combatir la depresión. Consulte a su médico.
Ezequiel 47:12
“… [Dios hizo la]hoja para medicina”.
- Ayúdele a trazarse metas diarias que requieren un esfuerzo mínimo y supervise sus logros de manera regular.
Proverbios 13:4
“El alma de los diligentes será prosperada”.
- Pida ayuda a otros familiares y amistades y sea específico en cuanto a su preocupación. Gálatas 6:2
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”.
Una perspectiva positiva de la depresión
El famoso pastor inglés Charles Haddon Spurgeon (a quien se le conoció como el gran predicador del siglo diecinueve) hizo una reflexión sincera de su propia depresión. De esa descripción podemos tener una mejor perspectiva de la depresión.
Los tiempos que más favorecen la depresión, según mi propia experiencia, pueden resumirse en una breve lista:
- La hora de gran éxito. Cuando finalmente se cumple un deseo que se ha tenido por mucho tiempo, cuando Dios ha sido glorificado en gran manera en nuestras vidas y obtenemos un gran logro, ahí es cuando estamos susceptibles a desmayar.
- Antes de un gran logro, también es común cierto grado de la misma depresión. Cuando enfrentamos las dificultades que se nos presentan, nuestros corazones se hunden… Esta depresión me sobreviene cuando el Señor está preparando una gran bendición para mi ministerio…
- En medio de una larga e ininterrumpida jornada de trabajo, la misma aflicción puede aparecer. Un arco no siempre puede doblarse sin el temor de que se rompa. Es necesario descansar la mente de la misma manera que dormir es vital para el cuerpo…
- Este mal también nos sobrecogerá sin saber por qué, y es mucho más difícil deshacerse de ella. No debemos tratar de razonar ante una depresión sin causa. . . Si los que se burlan de tal melancolía pudieran sentir el dolor tan sólo por una hora, su risa se convertiría en compasión. Si preguntáramos por qué los siervos del rey Jesús deben atravesar tan frecuentemente por el valle de la sombra de la muerte, no sería difícil encontrar la respuesta. Todo esto es parte de la forma en que el Señor trabaja para hacernos mejores, lo que se puede resumir en las siguientes palabras: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu”. El cielo estará lleno de mayor gozo porque hemos sido ejercitados en la angustia en la tierra y la tierra será mejor por nuestro entrenamiento en la escuela de la adversidad.
Cuando su corazón está presionado hasta el suelo y se deprime por el sólo hecho de estar vivo, permita que su depresión lo presione más hacia el Señor. . . Deje que él lo lleve hacia la luz.
2 Corintios 4:8-9 “Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”.
Sección III
Ayudando a Otros a Vencer la Depresión
1. ¿Cómo cree que esta enseñanza podría ayudarle a usted para ayudarle a otros?
2. ¿Cómo aplica usted a su propia vida la regla de oro? Ver Lucas 6:31