Depresión Capítulo 5: Características de la Manía y la Depresión Postparto

Sección I

Sección II

Referencias bíblicas: Todas las citas del proyecto sin otra referencia son tomadas de la versión Reina-Valera RVR 1960

 

Características de la manía y la depresión postparto

Características del rey Saúl

Los síntomas de las personas que padecen el trastorno bipolar, son similares a los altibajos emocionales que padecía el rey Saúl. Él representa la tragedia de un hombre con un inmenso poder y potencial, pero que carecía de sabiduría y auto-control.

  • Saúl alternaba entre episodios de manía y de depresión
  • En sus buenos días: era carismático, confiado y dirigía bien
  • En los peores días: era un hombre vano, vil y vengativo
  • Ganó el respeto de la nación de Israel por haber vencido a tres naciones
  • Se ganó el rechazo de Dios como su rey escogido porque lo desobedeció

El profeta Samuel habló de esta gravedad en la vida de Saúl:

1 Samuel 15:22-23
“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey”.

 

Las características de la manía y el comportamiento maníaco del rey Saúl

Irritabilidad Desobedeció a Dios por su impaciencia
Estaba enojado porque el profeta Samuel no llegó a tiempo para ofrecer el sacrificio necesario antes de la batalla, así que Saúl se impacientó y ofreció el sacrificio él mismo. Después de que llegó Samuel, Saúl se justificó diciendo: “Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado. . . Ahora descenderán los filisteos contra mí. . . . Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto” (1 Samuel 13:11-12). La decisión de Saúl fue desobedecer un mandato claro de Dios.

 

Malas decisiones Prohibió a su ejército que comiera durante la batalla
El ejército de Saúl estaba desmayando porque él “había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan” (1 Samuel 14:24). Y todos ellos se debilitaron.

 

Demasiados placeres Retuvo del botín prohibido
Dios le dijo a Saúl que destruyera por completo al enemigo así como todas sus posesiones. Sin embargo, Saúl guardó parte del botín prohibido: “lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir. . . Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche”. (1 Samuel 15:7-11)
Auto estima elevada Se mandó erigir una estatua
Aunque Samuel había llegado a tiempo para reunirse con Saúl, le dijeron al profeta, “Saúl ha venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento” (1 Samuel 15:12), lo cual era una clara demostración del alto concepto de sí que tenía.
Fácilmente se distraía Se distrajo por una canción de las mujeres israelitas
Cuando sus soldados volvían de la batalla, en vez de centrarse en la victoria, Saúl se distrajo fácilmente por lo que cantaban las mujeres. Aunque el refrán era una manera de honrar a las tropas, “se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David” (1 Samuel 18:8-9).
Demasiada obsesión en su meta Se volvió obsesivo con la meta de querer matar a David
Cuando David comenzó a servir al rey Saúl, éste “le amó mucho [a David]”. Sin embargo, “Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo amaba, tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días”. Jonatán apeló a su padre, diciendo: “. . . sus obras han sido muy buenas para contigo”. Así que Saúl hizo un juramento: “Vive Jehová, que no morirá”. Sin embargo, un poco más tarde: “Saúl envió luego mensajeros a casa de David para que lo vigilasen, y lo matasen”. Saúl hizo varios intentos de matar a David (1 Samuel 16:21; 18:28-29; 19:4, 6, 11).
Pensamientos vertiginosos Pensó incluso en matar al hijo que tanto amaba
Para determinar si su padre estaba planeando matar a David, Jonatán justificó a David por no estar en la presencia del rey, lo cual enfureció a Saúl. Él demandó: “tráemelo, porque ha de morir” Jonatán preguntó, “¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho? . . . Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo [a Jonatán, su hijo amado]” (1 Samuel 20:31-33).
Estado de ánimo inexplicablemente eufórico Estaba seguro que gozaba del favor del Señor
En medio de su estado de ánimo exaltado, Saúl dijo: “Dios lo ha entregado [a David] en mi mano… convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla. . . y poner sitio a David y a sus hombres” (1 Samuel 23:7-8). Pero su presunción estaba muy equivocada.
Desánimo, desmayo, desesperanza Perdió toda esperanza por el temor
Dios había librado a Saúl de muchas batallas, pero cuando su ejército se enfrentó al gigante filisteo Goliat: “Saúl y todo Israel…, se turbaron y tuvieron gran miedo”. Era claro que Dios había ungido a Saúl como rey, pero él continuaba luchando contra su temor y desesperanza. Cuando en otra ocasión tuvo que enfrentar a los filisteos también “tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera”. (1 Samuel 17:11; 28:5)
Incremento en su irritabilidad Tuvo arrebatos de ira
“Un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días”. Sin ser provocado “tenía Saúl la lanza en la mano. Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces” (1 Samuel 18:10-11).
 

Evaluaciones negativas e irreales

 

Acusó a sus colaboradores de traición

En su afán por encontrar y matar a David, Saúl acusó injustamente a su hijo y sus súbditos inocentes: “¿Os dará también a todos vosotros el hijo de Isaí [David] tierras y viñas, y os hará a todos vosotros jefes de millares y jefes de centenas, para que todos vosotros hayáis conspirado contra mí, y no haya quien me descubra al oído cómo mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí, ni alguno de vosotros que se duela de mí y me descubra cómo mi hijo ha levantado a mi siervo contra mí para que me aceche, tal como lo hace hoy?” (1 Samuel 22:7-8).
Frustración exagerada Mandó matar al que lo había confrontado
Cuando Saúl acusó falsamente al sacerdote que ayudó a David ingenuamente, el sacerdote quiso hacer entrar en razón a Saúl: “¿Y quién entre todos tus siervos es tan fiel como David, yerno también del rey, que sirve a tus órdenes y es ilustre en tu casa?” Pero Saúl estaba en negación y le contestó: “Sin duda morirás. . . tú y toda la casa de tu padre” (1 Samuel 22:14, 16).
Triste, desanimado, pesimista Lamentó su destino y temió a David
Saúl supo que David le había salvado la vida. Con un dejo de profunda tristeza, Saúl expresó en varias ocasiones su incierto futuro con las palabras: “Y ahora, como yo entiendo que tú has de reinar, y que el reino de Israel ha de ser en tu mano firme y estable, júrame, pues, ahora por Jehová, que no destruirás mi descendencia después de mí, ni borrarás mi nombre de la casa de mi padre” (1 Samuel 24:20-21).
Pérdida del apetito Se rehusó a comer
Saúl estaba tan deprimido que: “…rehusó diciendo: No comeré” (1 Samuel 28:23).
Pensamientos o intentos suicidas Se quitó la vida
Cuando recibió una herida grave en la batalla y puesto que no pudo convencer a su paje de armas de que lo matara, “tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella” (1 Samuel 31:4).

Medicamentos para la Depresión

¿Es falta de fe en Dios tomar medicamentos para la depresión?”

La respuesta es No. Hay varias condiciones físicas que contribuyen a que una persona experimente la depresión. Existe un desequilibrio bioquímico que puede ser tratado con medicamentos y obtener buenos resultados. Ejemplos en:

  • La depresión bipolar
  • La depresión posparto

Desafortunadamente, muchos cristianos temen que se les considere faltos de espiritualidad si buscan ayuda profesional para su depresión, pero si no hacen nada, sufrirán innecesariamente.

En ocasiones se necesita el tratamiento por un tiempo más prolongado para equilibrar los altibajos emocionales. La Palabra de Dios dice que Él hizo la “hoja para medicina”. (Ezequiel 47:12)

Por lo tanto, es bíblico tomar medicamentos. No obstante, la medicina debería utilizarse para beneficio del paciente, no para adormecer el dolor o escapar de él. Además, los medicamentos deben ser el último recurso, después de haber seguido los pasos indicados y siempre acompañados de un proceso de consejería bíblica.

La tristeza del parto

Generalmente las mujeres que tienen un bebé deben sentirse felices por su nuevo hijo. Pero cuando eso no sucede, la madre comienza a sentir una gran culpa y confusión. Puede entonces desarrollar muchos síntomas inesperados.

Síntomas: Desde los tres (3) a cinco (5) días después del parto hasta dos (2) semanas después, el 70 por ciento de las madres experimentan los siguientes síntomas:

— Cambios repentinos de ánimo

— Llanto frecuente e inexplicable

— Un sentido de pérdida

— Culpabilidad por no sentirse ligada a su bebé

— Irritabilidad, enojo

— Cambios en los hábitos de dormir y comer

— Falta de concentración

— Aletargamiento

 

Depresión postparto

Casi un 20 por ciento de las madres que recién han tenido un bebé experimentan la depresión posparto y se diferencia de la anterior en su duración y en la indiferencia que la madre siente hacia sí misma y sus hijos.

— Demasiada preocupación por el bebé

— Falta de interés en el hijo y sensación de estar atrapada

— Indiferencia emocional, tristeza, fatiga

— Se retrae de su familia y amigos

— Muestra poco o nada de amor por el niño o el resto de su familia

— Cambios en su apetito

— Pierde o gana peso significativamente

— Ansiedad o ataques de pánico

 

Psicosis postparto

—Una depresión que puede ser de vida o muerte que afecta sólo a una de cada 1.000 madres que dan a luz.

— Tienen pensamientos o hacen declaraciones extrañas

— Se sienten molestas o enojadas con el bebé y la familia

— Demasiada crítica de su habilidad de ser una buena mamá

— Tiene pensamientos de hacerse daño a sí misma o al bebé

— Paranoia, confusión y desorientación

— Oye voces o tiene visiones de Satanás/demonios que atacan su capacidad para ser una buena mamá

—Alucinaciones de que el bebé esta poseído por un demonio

—Alucinaciones que le ordenan que mate al bebé (infanticidio)

Una madre con este tipo de psicosis postparto puede sentirse de la siguiente manera:

Salmos 116:3 “Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado”.

Los medicamentos en la depresión

Todo ser humano cuenta con billones de células cerebrales. Estas neuronas (o células nerviosas) mandan y reciben “mensajeros químicos” llamados neurotransmisores y sin ellos no podríamos ¡pensar ni sentir!

Los neurotransmisores son químicos poderosos que tienen un impacto importante sobre nuestras emociones como la felicidad, tristeza, preocupación, ira, lógica, el sueño la memoria, la ansiedad, el pensamiento y aun en la expresión facial. Cuando sufrimos una depresión, muchas veces se debe a una deficiencia en los neurotransmisores vitales. Por ejemplo, cuando los niveles de serotonina, norepinefrina, dopamina, o GABA (ácido gamma-amino butírico) están por debajo de lo normal.

 

¿Cómo ayudan los antidepresivos a aliviar la depresión?

Cuando un impulso eléctrico llega al lugar de la neurona donde se encuentran los neurotransmisores (llamado el lugar pre-receptor), expiden estos químicos de la célula nerviosa y entran en el vacío entre neuronas (llamados sinapsis). Estos neurotransmisores viajan a través de la sinapsis y se adhieren al post-receptor de la otra neurona.

Los antidepresivos son medicamentos no adictivos que bloquean el regreso del impulso eléctrico a la misma neurona de donde salió (reuptake) y disminuye (la degradación) la neurotransmisión depresiva entre las sinapsis. Así que se incrementa la cantidad de neurotransmisores y en última instancia, alteran otros químicos dentro de la célula nerviosa y de todo el sistema nervioso. El resultado es una cadena de reacciones químicas en el cerebro lo cual a su vez levanta el estado de ánimo depresivo y modifica el comportamiento.

Captura de pantalla 2016-05-05 a las 6.14.59 p.m.

¿Existe alguna prueba médica objetiva que respalde la necesidad de medicamentos en algunos casos de depresión?

Sí. Con la ayuda de las pruebas llamadas PET (por sus siglas en inglés: tomografía de emisión de positrón), los médicos pueden ver las diferencias entre la función de un cerebro normal y uno deprimido. Las pruebas del PET proporcionan un mapa de las funciones cerebrales y también muestran los cambios en el cerebro después de que se han tomado medicamentos antidepresivos. Las medicinas antidepresivas ayudan a producir una absorción química normal, lo cual incrementa el buen funcionamiento del cerebro y disminuye la depresión. Qué maravilloso es que el Dios de la creación hizo el cerebro con la capacidad de responder a la medicina apropiada para aliviar la depresión.

La Biblia dice que somos una “obra formidable y maravillosa”.

Salmos 139:14 “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”.

Sección III

Características de la manía y la Depresión Postparto

1. ¿Qué considera usted que debe hacer con una persona que presenta los síntomas maniático-depresivos?
2. ¿Qué ayuda o cuidados se le podrían brindar a una mujer que está pasando por una depresión postparto?
3. ¿Cuál es su perspectiva acerca de tomar medicamentos para la depresión?

Diseñado por Agencia Zero