Sección I
Sección II
Referencias bíblicas: Citas bíblicas tomadas de la Reina-Valera 1960.
Resuelva la ira presente
Siempre existe la posibilidad de enojarse. Una persona mal intencionada puede encender una chispa de irritación en usted, o alguien que lo ama sinceramente puede hacerlo sin intención de molestarlo. Dios quiere que resolvamos la ira de inmediato antes de que consuma nuestro corazón y destruya los puentes que nos unen con las personas con quienes tenemos relaciones interpersonales.
1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.
Una respuesta rápida para la ira
Pregúntese:
“¿Puedo cambiar esta situación?”
Si la puerta rechina, ¡acéitala!. Si puedes, cámbiala. Si no puedes, déjela pasar.
Ore así:
“Señor, tú eres el soberano de mi vida. Puesto que tú sabes todas las cosas, sabes que tengo un fuerte enojo con (nombre la persona o circunstancia) por (la injusticia, o insulto, temor o frustración). Quiero poner esta situación en tus manos. Te entrego mi futuro y mi vida. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén”.
“La ira puede convertirse en un verdadero peligro”. Este dicho refleja una dolorosa realidad. Y ya que tantas veces nuestra lengua no ha sido domada, algunas conversaciones se pueden salir de control.
- Admita su enojo
- Esté dispuesto a reconocer que está enojado.
- Observe cuándo siente el enojo.
- Observe si reprime o controla su ira por causa del temor.
- Esté dispuesto a asumir su responsabilidad por la expresión inapropiada de la ira.
Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”.
- Analice su forma de ser
- ¿Con qué frecuencia se enoja? (¿Muy seguido? ¿A veces? ¿Nunca?)
- ¿Cómo sabe cuándo está enojado?
- ¿Cómo saben los demás que usted está enojado?
- ¿Cómo da rienda suelta a su ira?
- ¿Explota? ¿Se le llenan los ojos de lágrimas? ¿Hace bromas o molesta a los demás? ¿Habla con sarcasmo?
- ¿Critica al otro? ¿Se torna agresivo?
Salmos 26:2 “Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón”.
- Analice el origen
- Dolor: ¿Es el origen de su ira los sentimientos heridos por las palabras o acciones de los demás?
- Injusticia: ¿Es el origen de su ira una respuesta emocional a la injusticia de alguien contra otra persona?
- Temor: ¿Está enojado porque sufrió una pérdida o porque tiene miedo?
- Frustración: ¿Es el origen de su enojo la frustración porque algo no salió como usted esperaba?
- 1 Crónicas 29:17 “Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada”.
- Considere sus pensamientos
¿Espera que los demás se comporten como usted quiere?
Por ejemplo: “Ella debería cuidar mejor a los niños”. “Él debería agradecer lo que hago por él”. “Él debe estar aquí antes de las 7:00 p.m”. “¡Más le vale no llamar durante la cena!”
¿Es usted culpable de pensar en forma distorsionada? ¿Exagera la situación? ¿Piensa lo peor? ¿Califica una acción con base en otras? ¿Generaliza las cosas diciendo: “tú nunca” o “tú siempre”?
Proverbios 21:29: “El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos”.
- Acepte sus necesidades
A menudo se usa la ira como una táctica para llenar las necesidades íntimas.
- ¿Usa el enojo para manipular a los demás a que hagan lo que “deben” para sentirse amado?
- ¿Utiliza la ira explosiva para salirse con la suya, tratando de recibir reconocimiento?
- ¿Utiliza la ira manipuladora esperando que se den las circunstancias necesarias para sentirse seguro?
- ¿Sabía usted que solo Cristo puede llenar todas esas necesidades?
Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.
- Abandone sus exigencias
En lugar de exigir que los demás llenen sus necesidades de amor, reconocimiento y seguridad, aprenda a depender del Señor para que él las llene.
- “Señor, aunque me gustaría ser amado por los demás, yo sé que tú me amas incondicionalmente”.
Jeremías 31:3 “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
- “Señor, aunque me gustaría ser reconocido por los que me rodean, sé que soy importante para ti”.
Jeremías 29:11 “‘Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
- “Señor, aunque me gustaría sentirme más seguro en mis relaciones con los demás, yo sé que estoy seguro en mi relación contigo”.
- Salmos 118:6 “Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre”.
- “Señor, me gustaría que los demás estuvieran pendientes de mis necesidades, pero sé que tú has prometido llenarlas todas”.
- 2 Pedro 1:3 “Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”.
- Resuelva su enojo
- Determine si su ira es justificada.
Proverbios 21:29 “El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos”.
- Decida cuál es la reacción apropiada.
Eclesiastés 3:7 “[Hay] tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar”.
- ¿Qué tan importante es este asunto?
- ¿Se logrará algo bueno si lo menciono?
- ¿Debo aceptar mi enojo sólo ante el Señor?
- Dependa del Espíritu Santo para que lo guíe.
- Juan 16:13 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
- Desarrolle un diálogo constructivo cuando se enfrente a alguien.
- No hable sin haber perdonado.
- Sí. . . piense antes de hablar.
- No use frases como: “¿Cómo pudiste?” o “¿Por qué no puedes?”
- Sí. . . use declaraciones personales como: “Yo siento. . . ”
- No traiga al caso las ofensas pasadas.
- Sí. . . apéguese al asunto a tratar en ese momento.
- No asuma que la otra persona está equivocada.
- Sí. . . escuche el otro punto de vista.
- No espere que lo entiendan automáticamente.
- Sí. . . sea paciente y siga reaccionando con amabilidad.
Colosenses 4:6 “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno”.
- Demuestre la gracia de Dios diciendo para sus adentros:
- “He puesto mi enojo sobre la cruz de Cristo”.
- “Ya no estoy controlado por la ira”.
- “Estoy vivo porque Cristo vive en mí”.
- “Permitiré que Cristo perdone a través de mí”.
- “Permitiré que Cristo ame a través de mí”.
- “Permitiré que Cristo revele su verdad a través de mí”.
Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
¿Cómo debo comunicar mi ira?
Antes de expresar su ira hacia los demás, tome tiempo para evaluar si realmente es necesario, apropiado y si cree que hacerlo logrará algo de provecho. Algunas personas simplemente no saben cómo manejar la ira y se vuelven hostiles y agresivos o débiles y pasivos. De cualquier manera, no se resuelve nada. Si lo único que desea es externar sus sentimientos, entonces hágalo delante de Dios o con otra persona, pero no con la que está enojado. Si se va a encontrar con esa persona, hay varias cosas que usted necesita hacer de antemano.
- Examine sus motivaciones.
- Sea realista en cuanto a sus expectativas.
- Sepa de antemano lo que quiere lograr.
- Evalúe lo válido de su petición.
- Ensaye la manera en que va a tratar el tema.
- Anticipe las posibles reacciones de la otra persona.
- Piense bien cómo podría responder a tales reacciones.
- Decida si está dispuesto a asumir cualquier consecuencia negativa.
- Si no está seguro en cuanto a lo que quiere hacer, hable con alguien sabio y confiable.
- Para elegir el lugar y la hora para platicar:
- Seleccione el día y la hora que sea factible para ambos y que provea el ambiente adecuado para hablar y escuchar.
- Reúnase en un lugar “neutral” para que ambos sientan equidad en importancia y oportunidad.
Versículo clave para memorizar
Santiago 1:19-20 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.
Recuerde:
No nos toca a nosotros obligar a nadie a que cambie. Pero el cambio sí es posible… con la ayuda de Dios.
Análisis divino de la ira
Efesios 4:26-27
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
- La ira es aceptable a veces…………………………………………………………………………………..v. 26
- La ira debe controlarse para que no sea pecaminosa. ……………………………………………v. 26
- La ira no debe permanecer mucho tiempo. ………………………………………………………….v. 26
- La ira, cuando se prolonga, da lugar al diablo……………………………………………………….v. 27
- La ira puede provocar palabras corrompidas y pecaminosas. …………………………………v. 29
- La ira puede contristar al Espíritu Santo. …………………………………………………………….v. 30
- La ira puede controlarse y sofocarse. …………………………………………………………………..v. 31
- La ira se convierte en pecado cuando provoca amargura………………………………………..v. 31
- La ira debe controlarse antes de convertirse en furia. ……………………………………………v. 31
- La ira debe apagarse antes de provocar pleitos. ……………………………………………………v. 31
- La ira debe detenerse antes de dar lugar a las maldiciones. …………………………………..v. 31
- La ira debe someterse antes de convertirse en malicia…………………………………………..v. 31
- La ira puede dominarse a través de la compasión. ……………………………………………….v. 32
- La ira puede ser vencida con el perdón………………………………………………………………..v. 32
Sección III
Resuelva la ira presente
- De su interpretación a la respuesta rápida para la ira: “¿Puedo cambiar esta situación?” Si la puerta rechina, ¡acéitala! Si puedes, cámbiala. Si no puedes, déjela pasar.
- Explique en sus propias palabras lo que nos advierte Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”.