Perdón Capítulo 3: Características de la Falta de Perdón

Sección I

Sección II

Referencias bíblicas: Citas bíblicas tomadas de la Reina-Valera 1960.

¿Por qué debemos perdonar?

Cuando nos rehusamos a perdonar, la falta de perdón nos sigue amarrando emocionalmente a la ofensa, así como al ofensor. Un continuo rechazo de perdonar ahonda más el abismo en el cual nos podemos esconder para endurecer nuestro corazón. Una de las tácticas favoritas para justificar la falta de perdón es culpar a los demás. Es muy fácil acostumbrarnos al ambiente antinatural de auto-justificación y auto-conmiseración. Las heridas del pasado pueden estar enterradas, pero todavía están vivas. Y porque no han sido tratadas a la manera de Dios, es increíble ver que nos convertimos en y somos iguales al ofensor (pero estamos cegados ante esa realidad). No perdonar al ofensor es una ofensa contra Dios, lo cual nos convierte también en ¡un ofensor ante Dios! La Biblia nos dice que debemos confesar y renunciar a este pecado.

Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”.

Un corazón no perdonador es… Un corazón no perdonador tiene
   Juez—se enfoca en los pecados que el ofensor cometió en el pasado    Condenación—es intolerante ante cualquier falta del ofensor
Lucas 6:37
“No juzguéis. . . no condenéis. . . perdonad, y seréis perdonados”.
   Inmisericorde—repasa una y otra vez las razones por las que el ofensor no merece que se le perdone   Contención—siempre viendo de arriba a abajo al ofensor sin misericordia
Santiago 2:13
“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio”.
•    Resentido—resiente los logros del ofensor     Envidia—codicia los logros del ofensor
Job 5:2
 “Es cierto que al necio lo mata la ira, Y al codicioso lo consume la envidia”.
•    Vengativo—se ríe cuando el ofensor falla, tiene alguna dificultad o se duele por algo     Represalias—deseo de ponerse a mano con el ofensor
Proverbios 24:17
“Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón”.
   Maligno—habla con los demás acerca de las fallas del ofensor con la intención de lastimarlo    Difamación—comparte innecesariamente con los demás cosas negativas acerca del ofensor
Proverbios 10:18
“El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que propaga calumnia es necio”.
•    Arrogante—se cree superior al ofensor, a quien considera menos importante    Presunción—actúa con arrogancia hacia el ofensor
Proverbios 16:18
“Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu”.
•    Profano—habla palabras groseras contra el ofensor    Amargura—alberga conflicto y hostilidad hacia el ofensor
Romanos 3:14
“Su boca está llena de maldición y de amargura”.
•    Quejumbroso—es pronto para pelear por decisiones personales, por palabras y por obras    Resistencia—discute cualquier consejo o crítica constructiva que se haga respecto al ofensor
Filipenses 2:14
“Haced todo sin murmuraciones y contiendas.”
•    Impaciente—demuestra muy poca paciencia y se enoja a la menor provocación •    Irritación—se siente fácilmente irritado por el ofensor
Proverbios 19:11
“La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa”.
•    Amargado—se siente muy irritable por la ira no resuelta    Negatividad—no puede experimentar gozo ni aprobar nada que tenga que ver con el ofensor
Proverbios 14:10
“El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entremeterá en su alegría”.

La falta de perdón provoca que la persona que ha sido víctima de una ofensa se vuelva árida espiritualmente y aunque trate de sentirse cerca de Dios, no puede crecer espiritualmente. Un resultado directo de la falta de perdón es que se bloquea la vida de oración del que no perdona.

Mateo 6:15 “Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.

¿Qué puedo hacer cuando no tengo deseos de perdonar?

Cuando no quiera hacer algo que sabe que debe hacer, haga una evaluación de sus pensamientos. Ciertamente usted no puede controlar a su ofensor, pero sí puede controlar lo que piensa acerca de quienes lo ofenden. Dios nos da muchos consejos acerca de los pensamientos que debemos erradicar de nuestra mente. Imagínese que la Biblia es como un “colador de pensamientos”, es decir, como una herramienta que nos ayuda a filtrar las cosas que no debemos permitir que entren a nuestra mente. Evalúe sus pensamientos acerca de los que lo ofenden.

Recuerde que sus pensamientos producen sus sentimientos. ¿Acaso sus pensamientos fluyen naturalmente a través del “colador de pensamientos” en el texto siguiente?  Si no, atrápelos antes de que se cuelen y ¡erradíquelos! Cuando escoge con cuidado aquello en lo cual va a pensar, sus emociones comienzan a alinearse y de manera gradual comenzará a sentir el deseo de perdonar.

Filipenses 4:8  “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.

Sección III

Características de la Falta del Perdón

  1. Describa como se ve una persona que no ha perdonado. ¿Cuáles son sus frutos?
  2. Explique lo que usted entiende cuando lee el versículo de Mateo 6:15 que dice:

“Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.

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