Depresión Capítulo 7: La Condición del Corazón

Sección I

Sección II

Referencias bíblicas: Todas las citas del proyecto sin otra referencia son tomadas de la versión Reina-Valera RVR 1960

 

La Condición del corazón

 ¿Por qué una persona puede seguir atrapada en la depresión?

La persona podría pensar algo como esto:

Creencia errónea: “Estoy deprimido por las desilusiones profundas que he tenido a lo largo de mi vida. Me han robado todo el gozo. No hay esperanza para mí en el futuro, y no puedo hacer nada al respecto”.

La meta en consejería bíblica es que la persona llegue a pensar correctamente. Por ejemplo,

Romanos 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…”.

Creencia correcta: Reconozco que estoy deprimido por las circunstancias actuales de mi vida, pero Cristo vive en mí y él es mi esperanza. Confiaré en él para que renueve mi mente con la verdad de su palabra y renueve mi corazón con la esperanza que sólo él puede dar.

2 Corintios 1:9-10
“Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos. . . en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte”.

 

El gozo que dura por siempre

¿Qué sucede si nunca ha confesado su pecado y no se ha arrepentido?

Cuando usted le pide a Dios que perdone sus pecados a través del poder de la muerte y resurrección de Jesús, él se convierte en su eterno Salvador. Y nunca perderá su relación con él, sin importar lo que usted haga, piense o sienta. Dios asegura su salvación, y no hay nada ni nadie (ni usted) que pueda destruir lo que Dios tiene en sus manos.

Después, cuando desobedece a Dios, tiene que confesar sus pecados y arrepentirse de ellos. Eso no significa que renueva su salvación, sino que mantiene una relación correcta con el Señor.
Por otro lado, si nunca ha confesado sus pecados ni le ha pedido a Jesús que sea su Salvador, no puede tener la seguridad de que irá a pasar la eternidad en el cielo; tampoco conocerá el verdadero gozo en esta vida.

El verdadero gozo, el que proviene de Dios, es mayor que una vida sin problemas. Es la paz que permanece cuando todo parece venirse abajo. Es la seguridad profunda que hay en su ser que le ayuda a encontrar la satisfacción en él y a confiar en su soberanía aun en medio de la más terrible tormenta.
Esto es posible gracias a Dios y no hay nada ni nadie que pueda proporcionarle mayor plenitud. Y ahora mismo él quiere compartir este gozo con usted.

Tener una relación personal con Jesús es el primer paso en el largo camino para vencer la depresión. Cuando confía en él, le dará su poder para soportar cualquier cosa que tenga que enfrentar. Jamás tendrá que volver a vivir un día oscuro en su vida con él. Hoy mismo, puede confesar lo que hay en su corazón a Dios y experimentar el primer momento de gozo verdadero y duradero.

 

  1. El propósito de Dios para usted. . . es la salvación.

— ¿Qué movió a Dios a enviar a su Hijo al mundo?

¡Dios lo envió para demostrar su amor al mundo por medio de la Salvación!

Juan 3:16-17
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”.

— ¿Cuál fue el propósito de Jesús para venir a la tierra?

No fue para que hiciera todo perfecto y quitará todo el pecado, ¡Él vino a perdonar sus pecados, darle el poder para obtener la victoria sobre el pecado y ayudarle a vivir una vida plena.

Juan 10:10
“Yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.

 

  1. El problema. . . es el pecado.

— ¿Qué es el pecado?

El pecado es vivir de manera independiente de las normas de Dios, sabiendo lo que es correcto, pero decidiendo hacer lo malo.

Santiago 4:17 “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.

— ¿Cuál es la consecuencia del pecado?
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

 

  1. La provisión divina para usted. . . es el Salvador.

— ¿Hay algo que pueda quitar la paga del pecado?

Sí. Jesús murió en la cruz para pagar personalmente por nuestros pecados.

Romanos 5:8
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.

— ¿Cuál es la solución para ya no estar separados de Dios?

Creer en Jesucristo como el único camino que nos lleva a Dios el Padre.

Juan 14:6
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.

 

  1. Su decisión…es someterse.

— Deposite su fe en (descanse en) Jesucristo como su Señor y Salvador personal y deje de confiar en las “buenas obras” como medio para ganar el favor de Dios.

Efesios 2:8-9
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.

— Entregue a Cristo el control de su vida y confíe su vida en sus manos.

Mateo 16:24-26
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

Al momento de decidir creer en él y confiar su vida a Cristo, él le da su Espíritu Santo para vivir dentro de usted. Así, el Espíritu de Cristo le da su poder para vivir la vida plena que Dios tiene en mente para usted. Si quiere que Dios lo perdone por completo y quiere ser la persona que Dios quiso que fuera cuando lo creó, puede decírselo en una oración simple, pero sincera como la siguiente:

 

Oración de Salvación

“Dios, quiero tener una relación verdadera contigo. Reconozco que muchas veces he decidido seguir mis propios caminos y no los tuyos. Por favor, perdona mis pecados. Jesús, gracias por morir en la cruz y pagar por la pena de mi pecado. Ven a mi vida como mi Señor y Salvador. Comienza a sanar mi corazón por tu poder. Enséñame a encontrar el gozo en ti solamente. Hazme la persona que quieres que yo sea. En tu santo nombre hago esta oración. Amén”.

Después de hacer esta oración con todo su corazón, entenderá mejor estas palabras que David escribió en los Salmos:

Salmos 94:19-20
“En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma. ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades que hace agravio bajo forma de ley?”

Esperanza en medio de la desesperanza

¿Qué necesito saber cuándo estoy atribulado, cuando siento que no vale la pena vivir o cuando la esperanza me evade?

Necesita saber quién es el que puede llevar sus cargas, es decir, el Señor Jesús. Él quiere ser el pastor de su alma. Su consuelo compasivo está al alcance de quienes han perdido toda esperanza. Él dice:

Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.

 

Cuatro verdades que lo liberarán 

Esperanza 1

Dios ofrece una solución real para sus problemas.

Cuando no sabe cómo solucionar un problema, puede sentirse frustrado porque no sabe qué rumbo seguir. Por ejemplo, si su reloj deja de funcionar, podría tener una sensación de incertidumbre porque no sabe cómo arreglarlo. Pero un maestro relojero sabrá cómo hacerlo. El Creador del universo y de todo lo que existe, el que lo creó a usted y todo su cuerpo, sabe cómo arreglar lo que no funciona, aunque usted no lo sepa. Él le guiará en el camino por el que debe andar.

Proverbios 3:5-6 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.

 

Esperanza 2

Dios lo ama con amor incondicional.

Dios lo ama con amor ágape. Ágape es la palabra griega que significa que Dios tiene “un compromiso de buscar su mayor bien independientemente de lo que usted haga o deje de hacer”. El Señor dice:

Jeremías 31:3 “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.

 

Esperanza 3

Dios ofrece la solución para sus pecados.

La Biblia dice que el pecado nos separa de Dios. Pero Jesús no quiere que estemos alejados de él. Él desea tener una relación significativa con usted. Jesús es Dios que tomó forma humana y vino a la tierra, vivió sin pecado y decidió pagar la pena de nuestros pecados. Fue crucificado en la cruz y su sangre fue el pago para saldar nuestra deuda por nuestros pecados. Hoy puede recibir su perdón cuando con humildad de corazón confiesa sus pecados y confía en Jesucristo como su Señor y Salvador personal.

1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

 

Esperanza 4

Dios le ofrece la paz permanente a través de una relación con Jesús que le cambiará la vida.

La palabra Señor significa “maestro, regidor, dueño”. ¿Está dispuesto a confiar su vida en las manos del Señor Jesucristo, sabiendo que él es totalmente confiable para hacer siempre lo que es mejor para usted? Jesús demostró un amor incondicional por usted. Murió en la cruz y pagó por la deuda que usted debía. Ese es amor real… ¡amor sacrificial!

Puede creer y confiar en que Jesús le dé sentido a su vida, y que él le enseñará su verdad y le mostrará el camino. Él dijo:

Juan 14:6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.

Usted puede entablar una relación personal con Cristo ahora mismo si hace una oración como esta:

 

Oración

“Dios, quiero tener paz en mi vida. Por eso te necesito. Gracias Jesús por morir en la cruz para pagar por mis pecados. Reconozco que he pecado. Por favor, perdona mis pecados y ven a mi vida y sé mi Señor y Salvador. Te doy el control de mi vida. Hazme la persona que tú quieres que yo sea. En tu precioso nombre. Amén”.

Sección III

La Condición del Corazón

1. ¿Con cuál de las dos creencias se identificó usted, la errónea o la correcta? Explique su respuesta.
2. ¿Se siente realmente perdonado/a por Dios cuando viene a Él con verdadero arrepentimiento?

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