Luto Capítulo 5: Causas del Luto 2

Sección I

Sección II

Causas del luto II

¿Cómo utiliza Dios nuestro dolor?                        

Podemos ver en la Palabra de Dios, que Él en Su soberanía, permite el mal, el dolor y el sufrimiento. Por ejemplo:

  • Por medio de nuestro libre albedrío, es decir, podemos tomar malas decisiones que nos provocan dolor. Es necesario hacerse responsable por las consecuencias de esa mala decisión, esperando en la misericordia de Dios.
  • Su Palabra dice en
    Gálatas 6:7-9 (RVR 1960)
    “Todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará”.
  • También Dios permite el dolor por medio de los fenómenos de la naturaleza, terremotos y otros desastres naturales


Lo que produce Dios en nosotros por medio del dolor

  • Produce perseverancia, el desarrollo de nuestro carácter cristiano y esperanza.
    Romanos 5:3-5 (RVR 1960)
    La tribulación produce paciencia, y la paciencia, prueba, y la prueba, esperanza, y la esperanza no avergüenza,…”.
  • Produce salvación de almas, vemos el ejemplo de José.
    Génesis 50:20 (NTV)
    Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien. Él me puso en este cargo para que yo pudiera salvar la vida de muchas personas”.
  • A través de las luchas también desarrollamos mayor dependencia de Él.
    1 Timoteo 5:5 (NTV)
    Ahora bien, una verdadera viuda —una mujer que realmente está sola en este mundo— es aquella que ha puesto su esperanza en Dios. Día y noche ora a Dios pidiéndole su ayuda”.
  • El utiliza el dolor para hacernos clamar a Él.
    Salmo 142:1-3 (RVR 1960)
    Con mi voz clamaré a Jehová; con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; delante de él manifestaré mi angustia”.
  • Dios usa nuestro dolor para humillar nuestro corazón.
    Deuteronomio 8:2 (RVR 1960)
    Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón”.
  • A través del sufrimiento Dios quiere aumentar nuestra fe.
    1 Pedro 1:7 (NTV)
    “Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro”.
  • Dentro de nuestra debilidad Dios muestra su fortaleza.
    2 Corintios 12:10 (RVR 1960)
    Me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias, porque cuando soy débil entonces soy fuerte”.
  • Por medio del sufrimiento Dios nos enseña y entrena.
    Hebreos 12:11 (NTV)
    Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella”.
  • Dios usa el dolor para conformarnos a la imagen de Cristo.
    1 Pedro 2:21 (NTV)
    Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos”.

¿El dolor produce sentimientos de culpa?

Permítame decirle que en el transcurso del proceso de duelo, también podemos experimentar culpa.

Por ejemplo, nos lamentamos diciendo “Si tan sólo hubiera…”; “debería haber hecho esto o aquello”; “¿Por qué no me di cuenta de hacer esto otro?”.

Lo que necesitamos es distinguir si estamos luchando contra la culpa falsa o verdadera.

  • Ejemplo de culpa falsa:
    Dice una mujer “Mi hermana murió inesperadamente de un ataque cardíaco. Nunca podré perdonarme el hecho de no haber estado a su lado en ese momento”.

Como respuesta podemos decir lo siguiente: “Usted habría hecho seguramente todo lo que estuviera a su alcance para salvar la vida de su hermana”. Vemos aquí que la culpa falsa surge cuando no hizo nada malo, o cuando se culpa por algo que ya ha confesado y de lo que se ha apartado.

Esto se resuelve sí:

  • Primero reconocer la mentira en la que creyó
  • Luego, dejar de creer en ella, reemplazando la mentira con la verdad

En su soberanía Dios ha predeterminado el número de nuestros días y nosotros no tenemos poder para alterar su plan. No sufra por el dolor de una culpa falsa: siéntase libre de Llorar por su pérdida.

  • Ejemplo de una persona que sufre culpa verdadera:
    Un hombre pregunta: “Estoy sufriendo mucho. Tomé decisiones equivocadas al darle prioridad al dinero y no a mi esposa. Ahora, ella se fue. ¿Qué puedo hacer?”

Respuesta: “A veces, en la vida, aprendemos lecciones de maneras muy dolorosas. Ya que usted mismo se provocó este sufrimiento, haga un plan para cambiar sus prioridades y reemplace las malas decisiones por buenas decisiones. Por ejemplo:

  • Evalúe lo que hizo mal
  • Arrepiéntase sinceramente
  • Admita ante su esposa que se equivocó y pida perdón -Luego ponga sus prioridades en orden
  • No presione a su esposa. Ella tendrá que ver por sí misma que usted ha cambiado

Cómo enfrentar la ira contra Dios

“Siento un enojo inmenso contra Dios por llevarse a mi hija. Ella era el gozo y deleite de mi vida. ¿Por qué Dios se la llevó?”

Cualquier pérdida mayor resulta en gran dolor. Sin embargo, una de las pérdidas más difíciles es la de un hijo. El orden natural de la vida dicta que los hijos entierran a los padres y no al revés. Ciertamente Dios entiende su angustia, él puede ayudarle a sobrellevar su dolor. Para resolver su ira contra Dios

  • Hable honestamente con él acerca de sus sentimientos.
  • Pídale sabiduría para entender lo que espera de usted y cuál es su plan para su vida.
  • Reconozca que el Padre celestial también tiene un Hijo y que él lo entiende como padre.
  • Confíe en el perfecto amor de Dios hacia usted y su hija querida.
  • Agradezca al Señor por cada momento que le permitió vivir con su hijita.
  • Reconozca que su hija no se ha perdido para siempre, ella estará con usted por toda la        eternidad cuando su propia vida termine.
  • Céntrese en lo que honra la memoria de su hija en su vida diaria.

Ese dolor en su vida no es de un corazón de piedra, sino uno lleno de amor y compasión. Quizás usted no lo vea ahora, pero Dios no encuentra placer alguno en provocar dolor en sus amados hijos, pero sí hace lo que un Dios soberano, omnisciente y amoroso puede hacer.

Lamentaciones 3:32-33 (NTV)
Aunque trae dolor, también muestra compasión debido a la grandeza de su amor inagotable.
 Pues él no se complace en herir a la gente o en causarles dolor
”.

Sección III

¿Cómo Usa Dios Nuestro Dolor?

  1. ¿Cómo ha experimentado usted la presencia de Dios durante ese tiempo de luto? Siente que Dios ha sido su refugio?
  2. Describa lo que promete Dios para usted en el siguiente Salmo:
    Salmo 10:9-10
    El Señor es un refugio para los oprimidos, un lugar seguro en tiempos difíciles.
    Los que conocen tu nombre confían en ti,  porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan
    ”.

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