Sección I
Sección II
No se esclavice a un mal padre
Hoy le quiero animar a que ¡No permita que la manera en que sus padres lo criaron determine su valor presente! Estudiemos juntos algunos pasos para lograr ese propósito.
Según las normas del mundo, Dorie tenía todo el derecho de odiar a su madre. Cuando a su madre la enjuiciaron por negligencia con sus hijas, Dorie tuvo que testificar en la corte. El juez preguntó a la madre si Dorie era su hija. Y ella respondió: “Sí, pero si hubiera podido me habría deshecho de ella ¡antes de que naciera!”
Cuando regresaba a casa sola, oró en voz alta y le pidió a Dios que le ayudara a entender el abandono de su madre y que no permitiera que la llegara a odiar.
Dorie dijo: “En ese momento, Dios me permitió perdonarla y sentí compasión por ella. Ese día Dios realizó una obra de sanidad en mi vida…”.
¿Está luchando el día de hoy con un bajo valor personal por causa de sus padres?
Si ese es el caso, Dios está de su lado y le quiere ayudar a dejar en el pasado esos sentimientos y a que comience a experimentar su valor.
Salmos 25:4-5 (NTV)
“Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir. Guíame con tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. Todo el día pongo en ti mi esperanza”.
Estilo de crianza
Identifique a continuación el estilo de crianza que tuvo y luego dé los tres pasos apropiados para dejar atrás su sentido de bajo valor personal.
- Padres y otras autoridades excesivamente críticos
—Admita la verdad pasada: “Era imposible agradar a mis padres”.
—Aprenda la nueva verdad: “Mi valor no lo determina el agradar a la gente”.
—Aprópiese de la verdad de Dios: “Dios me acepta completamente”.
Hechos 15:8 (RVR 1960)
“Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros”.
- Padres y autoridades sobreprotectores
—Admita la verdad pasada: “Mis padres me asfixiaban con su sobreprotección”.
—Aprenda la nueva verdad: “Mi valor no se basa en mi capacidad de protegerme a mí mismo”.
—Aprópiese de la verdad de Dios: “El Señor es mi ayudador en los problemas”.
Salmos 46:1 (RVR 1960)
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”.
- Padres y autoridades excesivamente controladores
—Admita la verdad pasada: “No me permitían tomar mis propias decisiones”.
—Aprenda la nueva verdad: “Mi valor no se basa en las decisiones que tome”.
—Aprópiese de la verdad de Dios: “El Señor es mi guía”.
Salmos 48:14 (RVR 1960)
“Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte”.
Siete pasos para la auto-aceptación
Sí es posible tener una auto-imagen positiva y aprender a valorarse como Dios lo(a) valora. Para lograrlo, Dios quiere que acepte las siguientes siete verdades acerca de sí mismo(a).
- Acepto la palabra de Dios cuando dice que fui creado(a) a su imagen.
Génesis 1:27 (RVR 1960)
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
- Acepto que Cristo ya me ha aceptado.
Romanos 15:7 (RVR 1960)
“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”.
- Acepto lo que no puedo cambiar de mí mismo(a).
Romanos 9:20–21 (RVR 1960)
“Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?”
- Acepto que cometeré errores.
Filipenses 3:12–14 (RVR 1960)
“No que lo haya alcanzado ya [Pablo], ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
- Acepto la crítica y asumo mi responsabilidad por mis fracasos.
Salmos 32:5 (RVR 1960)
“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado”.
- Acepto que no le voy a caer bien a todo el mundo ni que todo mundo me va a amar.
Juan 15:18, 20 (RVR 1960)
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros… Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán”.
- Acepto las circunstancias de la vida que no cambian.
Filipenses 4:11 (RVR 1960)
“He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”.
Siete respuestas para los argumentos de auto-derrota
- Si usted dice: “No puedo hacer nada bien”.
El Señor dice: “Yo te daré mi fortaleza para hacer lo que es correcto”.
Filipenses 4:13 (RVR 1960)
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
- Si usted dice: “Soy demasiado débil”.
El Señor dice: “Mi poder se perfecciona cuando eres débil”.
2 Corintios 12:9 (RVR 1960)
“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”.
- Si usted dice: “No tengo lo que se requiere para lograr mis metas”.
El Señor dice: “Descansa en mí. Yo todo lo puedo”.
2 Corintios 9:8 (RVR 1960)
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”.
- Si usted dice: “Siento que nadie me ama”.
El Señor dice: “Yo te amo”.
Jeremías 31:3 (RVR 1960)
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
- Si usted dice: “No puedo perdonarme a mí mismo(a)”.
El Señor dice: “Yo te puedo perdonar”.
Isaías 43:25 (RVR 1960)
“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”.
- Si usted dice: “Desearía no haber nacido”.
El Señor dice: “Desde antes que nacieras, ya tenía planes para ti”.
Jeremías 1:5 (RVR 1960)
“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué”.
- Si usted dice: “Mi futuro no tiene ninguna esperanza”.
El Señor dice: “Yo conozco tu futuro”.
Jeremías 29:11 (NTV)
“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza”.
Anímese con lo siguiente:
Filipenses 1:6 (NTV)
“Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva”.
Dios conoce mejor que usted sus limitaciones y éstas no pueden impedir la obra que el Señor quiere que usted realice.
¡Usted es su obra maestra!
Creo que he perdonado a quien me ha ofendido, pero cuando llegan recuerdos siento un gran enojo de nuevo y luego me siento mal conmigo mismo. ¿Cómo puedo mantener un espíritu perdonador y conservar mi sentido de valor?
Por lo regular, el perdón no es un acontecimiento único. Quizá le lleve varias veces perdonar mientras lucha contra la amargura. Esa es solamente una parte del proceso del perdón. Pero si confronta sus heridas y su dolor, valdrá la pena sufrir uno que otro moretón emocional. Cuando aparta de su mente un pensamiento recurrente por alguna ofensa o los deseos de venganza por ella, poco a poco esos pensamientos disminuirán y desaparecerán.
Quizá el error más común que cometen las personas amargadas es creer que no pueden perdonar porque no sienten deseos de hacerlo. Pero el perdón no es una emoción. Uno puede decidir perdonar, lo sienta o no. Muchos tenemos que rechazar nuestras emociones, negando nuestras inclinaciones naturales y declarando con firmeza: “Decido perdonar”.
Jesús hizo énfasis una y otra vez en la naturaleza del perdón cuando declaró en:
Lucas 17:4 (RVR 1960)
“Y si siete veces al día pecare contra ti [tu hermano], y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale”.
Sección III
Establezca su Valor Presente
- En el capítulo 5 usted identificó los mensajes que recibió en su hogar de crianza, ahora necesitará dar los pasos para dejar atrás su falso sentido de valor personal. Siga el ejemplo del instructor y escriba lo que considera de acuerdo a los mensajes que recibió en su estilo de crianza.
Admita la verdad pasada “__________________________________”.
Aprenda la nueva verdad “______________________________________”.
Aprópiese de la verdad de Dios: “__________________________________”.
- ¿Qué dice usted cuando se siente derrotado y cómo podría cambiar ese pensamiento por uno como el de Dios?