Sección I
Sección II
Referencias bíblicas: El texto bíblico sin otra indicación ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente NTV.
Etapas de la violencia doméstica
La violencia no empieza con un gran estallido imprevisto de fuerza física; por el contrario, al igual que un tren que se queda sin frenos, los patrones de conducta violenta se van desarrollando paso a paso hasta formar un ciclo cada vez más violento. Las personas de la familia que aprenden a reconocer las señales previas se sienten paralizadas antes del estallido.
Desafortunadamente, el proceso de la violencia, rara vez se detiene, a menos que alguien intervenga y responsabilice al culpable.
Etapa de agitación
Esta fase inicial se caracteriza por un ambiente de tensión y ansiedad. El cónyuge:
- Comunica su estrés o insatisfacción
- Culpa a la pareja de sus problemas
- Y ejerce el control psicológico pasivo por medio del abuso verbal directo o indirecto, poniendo así el escenario para el estallido inminente
En esta etapa muchas personas aceptan que son las causantes de la infelicidad de su cónyuge. Luego, ambos ajustan su comportamiento esforzándose por reducir la tensión en el hogar.
Esta etapa se caracteriza por:
- Retraimiento e irritabilidad
- Se despiertan los celos y las sospechas
- Aplica el “tratamiento silencioso”, o sea la ley del silencio
- Retira el apoyo emocional
- Menosprecia o ataca la dignidad personal
- Hace comentarios sarcásticos y humillantes
- Acusa o amenaza al cónyuge
- Abstención del contacto sexual con el otro
- Impide dormir al cónyuge
- Hacen demasiadas preguntas
- Descuidan sus responsabilidades familiares
Etapa aguda
Estalla la tensión que había estado en cocción. Cuando se da rienda suelta al comportamiento violento, a menudo la gente llama a la familia, a los vecinos o a la policía para que detengan la ira del agresor.
Esta etapa de conducta agresiva no es muy larga, pero los estallidos tienden a ser cada vez más frecuentes y peligrosos.
Escuche lo que nos dice al respecto el libro de Proverbios:
Proverbios 29:22
“La persona enojada comienza pleitos; el que pierde los estribos con facilidad comete todo tipo de pecados”.
Esta etapa tiene las siguientes características:
- Empujones, estrangulamiento, bofetadas
- Golpes, patadas
- Se obliga al cónyuge a tener relaciones sexuales
- Se ata o encadena al cónyuge
- Se rompen o destruyen cosas o se daña la propiedad común
- Se lanzan objetos contra el otro
- Aislamiento o encierro
- Se utilizan armas diversas
Normalmente después de esos arrebates de ira, viene la siguiente etapa…
Etapa del arrepentimiento
En esta etapa de “luna de miel”, el agresor se arrepiente y la pareja se siente aliviada por las muestras de amor de su cónyuge. Debido a que no pierde la esperanza de que cambie y por su profundo deseo de tener un matrimonio exitoso, perdona a su pareja y el ciclo vuelve a comenzar.
Veamos que nos dice la Biblia al respecto:
Proverbios 27:12
“El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón sigue adelante a ciegas y sufre las consecuencias”.
Las características de esta etapa son:
- Pedir disculpas
- Mostrar arrepentimiento y remordimiento
- Mostrar lágrimas
- Busca hacer las paces
- Hace promesas
- Hace regalos
- Aceptar su culpa temporalmente
- Mostrarse romántico/romántica
El escenario
Cuando la mujer es maltratada por su pareja nunca debe pensar que es la “causa” de la violencia de su marido.
Sólo él es responsable de su conducta y de la forma en que la trata, aunque ambos aportan al matrimonio ciertas deficiencias emocionales que crean un sistema de relación disfuncional.
Para que se pueda romper el ciclo de la violencia, es indispensable que se efectúe un cambio en la forma en que cada uno reacciona hacia el otro.
El Salmo 139:23-24
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.”
La Biblia es bien específica en esto, nos dice
Gálatas 6:5
“… Pues cada uno es responsable de su propia conducta”.
La conducta del agresor y la conducta de la víctima
Ambos muestran baja auto estima, codependencia emocional y depresión; el agresor cree en la superioridad del hombre, la victima cree en la unidad familiar.
- El agresor muestra celos exagerados mientras la víctima se siente culpable
- Él tiene egoísmo exagerado, ella tiene Inseguridad
- El muestra emociones explosivas, ella suprime sus emociones
- Él vive dudando, ella vive temerosa
- El teme a la traición, ella al abandono
- El usa la relación sexual para dominar, ella para establecer relaciones
- El demuestra su ira, ella se resiste a enojarse
- El culpa al cónyuge de la agresión, mientras ella asume la responsabilidad de la violencia
- El no acepta que es parte del problema, ella cree que…ella es el problema
Esos son dos escenarios muy diferentes.
Si usted se pregunta, si es posible que una persona pueda cambiar de verdad… Permítame animarlo diciéndole que Sí, sí es posible. Dios nunca diría a la gente que cambie si no fuera posible.
Él nos anima diciéndonos:
Efesios 4:31 (RVR 1960)
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.
Espero que usted haya aprendido hoy que la violencia tiene un comienzo, pero también tiene un fin ¡si buscamos ayuda!
Características del comportamiento pasivo-agresivo
Este comportamiento es una forma disfrazada de maltrato emocional. Las formas más obvias de la violencia como los golpes, insultos, o apodos son fáciles de identificar, pero las más encubiertas como el comportamiento pasivo-agresivo no se detectan con facilidad, aunque son igualmente abusivas. Las personas pasivo-agresivas expresan su ira indirectamente y pretenden satisfacer sus necesidades en forma evasiva, a trasmano o engañosamente. Hay algunas personas que practican inconscientemente ese tipo de conducta, pero otras lo hacen con toda intención.
- Las tácticas que se usan en esta clase de abuso emocional pueden incluir las siguientes:
— Invalidar Negarse a admitir la realidad diciendo: “Nunca dije eso”. O, “no sé de qué me hablas”.
— Minimizar “Eres demasiado sensible”. O, “Eres muy exagerado”, o, “estás haciendo una montaña de algo sin importancia”.
— Negar “No es posible que te sientas así”.
— Trivializar “Si de verdad hubieras estudiado, habrías sacado 100 en la prueba en vez de 98”.
Métodos de sabotaje
Para ganar el control y poder encubiertos, la persona emocionalmente abusiva-pasiva puede utilizar algunos de los siguientes métodos:
- Provocar caos dejar trabajos o proyectos inconclusos en forma intencional
- Mentiras o medias verdades dar “razones”/excusas por no haber cumplido sus compromisos
- Procrastinar opera con un sentido del tiempo singular e individual que le impiden cumplir las fechas límite, da la impresión de que le importa muy poco la forma en que afecta a los demás
- Tardanza crónica impone su control haciendo que los demás lo esperen
- Ambigüedad envía mensajes confusos, dejando a los demás dudando de lo que se dijo o quiso decirse
- Instruir da consejos no solicitados en forma continua
- Atención pasiva da la impresión de que escuchó y entendió sus ideas, pero las hace a un lado
- Protege y ayuda extiende su ayuda de tal modo que deja a los demás en deuda con él
- Artista del cambio cambia el tema y distrae la atención que considera amenazadores
- No da afirmación ejerce poder emocional evitando dar los halagos mínimos y felicitaciones merecidas
- No respeta los límites se aprovecha de los que ponen límites débiles o mal desarrollados
Salmos 59:12-13 (RVR 1960)
“Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren. Acábalos con furor, acábalos, para que no sean; y sépase que Dios gobierna en Jacob hasta los fines de la tierra”.
Sección III
Etapas de la Violencia Doméstica
- ¿Cuál cree que es la razón por la que la violencia escala de una etapa a la otra?
- La violencia tiene un comienzo, pero también tiene un fin, ¡si buscamos ayuda! ¿Cómo se puede terminar el escenario de la violencia familiar?